¿Cuándo se empezó a fabricar el chocolate en forma de tableta?

El chocolate llegó a España tras la conquista de América y rápidamente se extendió por toda Europa. Sin embargo, hasta el siglo XIX solo se tomaba bebido.

En estos primeros momentos el chocolate líquido era un producto exclusivo y por su elevado coste solo lo podían tomar las familias con un alto poder adquisitivo. Sin embargo, cuando se empezó a fabricar en forma de tableta el chocolate se popularizó.

 

Antecedentes de la tableta

 

En 1819, François-Louis Cailler montó la primera fábrica de chocolate en Vevey (Suiza). Tras haber probado el chocolate en una pequeña feria en Italia, quedó absolutamente enamorado del producto y pasó cuatro años en Turín aprendiendo el proceso de fabricación. Cuando llegó a Suiza tuvo claro que quería montar una fábrica. Fue un momento crucial para la popularización del producto.

En 1828 el holandés Coenraad Johannes van Houtten, de profesión químico y gran amante del chocolate, inventó y patentó una prensa hidráulica. Su intención era investigar la calidad del chocolate, pero con su invento consiguió dar un paso todavía más importante. Gracias a la prensa hidráulica surgió el chocolate sólido, que curiosamente tenía una consistencia muy parecida a la actual. Además, el artilugio servía para extraer la manteca del cacao de los granos tostados, lo que reducía el contenido graso del cacao aproximadamente la mitad.

Los polvos de cacao conseguidos por la prensa hidráulica le sirvieron a Van Houten como producto base para la creación del chocolate en polvo. La gran ventaja de esta presentación es que permitía venderlo, en diferentes presentaciones, a un precio más moderado. Gracias a su ingenio se asentaron las bases sobre las que construir las primeras tabletas de chocolate.

 

Un nuevo producto

 

Joseph Storrs Fry fue un empresario chocolatero inglés. Al mando de la empresa de origen familiar Anna Fry & Sons, revolucionó el mercado al emplear máquinas de vapor para moler el cacao, que hasta entonces se hacía con molinos de tracción animal.

A Storrs Fry se le considera el primer fabricante de las tabletas de chocolate. Se hacían con manteca de cacao y contenían un toque de licor. Una vez que se modernizó la producción del producto, se comenzó a fabricar chocolate sólido en tabletas con moldes metálicos. El precio bajó, el consumo se popularizó y todo el mundo se mostraba de acuerdo a la hora de afirmar que este producto era una auténtica exquisitez.

Pronto llegarían las primeras presentaciones con forma de figuras decorativas que atraían a los consumidores. Los moldes empleados para la elaboración de las tabletas también fueron evolucionando como estrategias de marketing. Las primeras líneas de montaje masivas tenían alrededor de 1.500 moldes cuya forma cambiaba según los gustos de los consumidores. Después, los moldes pasaron a ser de plástico, con el objetivo de ganar eficiencia en el proceso. Con este nuevo avance las tabletas de chocolate pasaron a ser un producto de consumo masivo y uno de los dulces más apetecibles y demandados por la sociedad.

 

Diferentes tabletas de chocolate

 

Hoy en día las tabletas de chocolate son un producto habitual en la cesta de la compra. Aunque con el paso del tiempo se han creado diferentes formatos, presentaciones y sabores, las de chocolate negro y chocolate con leche prevalecen como algunas de las preferidas por los consumidores.

 

1. Chocolate negro

El chocolate negro, también llamado chocolate amargo, es el resultado de la mezcla de la pasta y la manteca de cacao con el azúcar, sin ningún otro añadido. En general, se entiende que el chocolate negro debe tener una proporción de pasta de cacao de al menos el 50% del producto. A partir de esta cantidad el sabor amargo del cacao comienza a hacerse notar. En Delaviuda, puedes probarlo con frutos rojos, con almendras o con naranja.

 

2. Chocolate con leche

El chocolate con leche es uno de los más populares y esta tableta es una de las que más se consumen. Contiene leche en polvo o condensada, y la pasta de cacao suele estar por debajo del 40%. En Delaviuda puedes probarlo con almendras o con avellanas.

 

3. Chocolate de cobertura

El chocolate de cobertura es el más utilizado por profesionales y amantes de la repostería ya que se funde fácilmente y resulta muy moldeable. Para lograr el brillo que aporta a cualquier postre y esa textura tan especial contiene una proporción de manteca de cacao del 30% aproximadamente, lo que supone casi el doble en comparación con otros chocolates.

 

4. Chocolates blanco y rosa

El chocolate blanco no se considera un chocolate como tal. Carece de pasta de cacao, pues está elaborado con menos de un 20% de manteca de cacao, a la que se le añade azúcar y leche en polvo o condensada. Este chocolate es muy dulce y energético, y es muy utilizado en pastelería por su función decorativa. Por su parte, el chocolate rosa se obtiene de la semilla del cacao ruby y, pese a lo que muchas personas creen, es totalmente natural.

 

5. Chocolate a la taza

El chocolate a la taza es chocolate negro con una proporción de cacao que no suele ser superior al 50%. Como peculiaridad, a esta tableta de chocolate se le añade una pequeña cantidad de fécula, que suele ser harina de maíz. De esta manera, cuando el chocolate se calienta, aumenta su espesor.

 

Chocolate en otros formatos

 

Existen multitud de opciones en forma de tabletas de chocolate en el mercado. Algunas incorporan otros ingredientes como avellanas o almendras, y en otros formatos se añaden frutas, galletas o licores, entre otros. Asimismo, hay chocolate extrafino, con un grosor inferior al habitual, y chocolate sin azúcar. Por otra parte, y como alternativa a las tradicionales tabletas, encontramos otros formatos en el mercado, como monedas o bombones.

 

Desde la llegada del chocolate a España hasta el consumo masivo de tabletas han pasado varios siglos. Sin embargo, algo que no ha cambiado con el paso del tiempo, pese a la continua transformación del producto, es la percepción de su riquísimo sabor.

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